Hay un fenómeno que está instaurando en muchas de las ciudades españolas y que ciertamente representa una visión al pasado, cuando muchos de estos lugares no se habían convertido en espacios llenos de rascacielos y bloques de hormigón: las huertas de ciudad, o también llamadas huertas urbanas.
Espacios verdes
Se han visto diferentes iniciativas en muchas ciudades creadas por los organismos públicos para que los espacios verdes existentes se conviertan en pequeños huertos donde exponer, cultivar y recopilar todo tipo de hortalizas y verduras.
Algunos ayuntamientos, alentados por jardineros y cocineros famosos, han decidido poner en práctica estas iniciativas de aprovechamiento de los espacios verdes comunes para crear pequeñas huertas urbanas, ofreciendo a los ciudadanos una visión colorida y también ecológica de los parques comunes.
Una actividad que ha sido recibida por los ciudadanos de forma muy receptiva, generando en ellos una especie de mentalidad “verde” provocando que también muchos de ellos se propongan crear sus propias huertas urbanas.
Hoy en día se pueden ver en muchos balcones y terrazas particulares pequeñas plantaciones de todo tipo de verduras, hortalizas y árboles frutales. Dando un paseo por cualquier ciudad española uno puede ver limoneros, naranjos, tomates, pimientos… en cualquier balcón de las viviendas.
Huertas urbanas
Sin embargo, el término huerta urbana, más bien hace referencia a esos pequeños montes, o laderas verdes donde los ciudadanos, por lo general personas mayores y jubilados deciden emprender su carrera como agricultores.
Estos espacios, que son de propiedad municipal, se convierten en lugares donde cultivar de manera más o menos profesional todo tipo de hortalizas y verduras.
Por lo general, estos espacios son tirados abajo cuando hay que acometer cualquier tipo de obra pública, pero hasta que ello sucede sus “propietarios” utilizan estas huertas para disfrute particular, no sin emplear buena parte de tiempo y recursos lógicamente.
Habitualmente ubicadas en los barrios de la periferia y regentadas por personas que ya han tenido experiencia en el campo y que saben cómo tratar y exprimir la tierra. Una buena forma de llevar verdura fresca a la mesa.